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El control de calidad en la manufacturación de perfiles de aluminio lacado requiere verificar la temperatura de fusión de las resinas sobre el aluminio. Para ello, es necesario prestar especial atención a dos de las fases del proceso de lacado del aluminio.
La fase de secado y la de polimerización requieren de un control de la temperatura adecuado, para conseguir un producto de calidad. Y es que, de la correcta ejecución de estas dos fases, depende en gran medida el resultado del proceso. Te contamos a continuación todos los detalles.
Indicador de temperatura irreversible con cinco puntos indicadores. Se suministra en sobres de 10 unidades.
Termómetro irreversible 5 niveles (sobres...Termómetro irreversible de 10 puntos de temperatura. Se suministra en sobres de 10 unidades.
Termómetro irreversible 10 niveles (sobre...Indicador de temperatura de tipo irreversible de un punto. Estas etiquetas de temperatura son adhesivas y se pueden pegar en cualquier superficie o producto. Realizan un cambio de color permanente al alcanzar la temperatura marcada.
Termómetro irreversible 1 temperatura...Etiquetas de temperatura adhesivas de cambio permanente con 6 puntos de control. Se suministran en sobres de 10 unidades
Termómetro irreversible 6 niveles mini...Este producto se suministra en sobres de 10 termómetros. Indicador de temperatura con 8 puntos de temperatura de tipo irreversible. Se trata de un termómetro adhesivo que se puede adherir a cualquier superficie o producto. Los puntos vienen marcados con la temperatura en ºC y ºF.
Termómetros irreversibles de 8 niveles...El proceso de lacar aluminio consiste en aplicar un pigmento en polvo electrostáticamente sobre la superficie del metal. Estos pigmentos son resinas de poliéster o poliuretano que conferirán gran resistencia al perfil acabado contra la luz solar y la corrosión provocada por lluvias, humedades u otras situaciones atmosféricas que puedan sufrir una vez colocados. Además, el lacado permite ofrecer una gran variedad de colores, en cuanto a la pintura que se aplica.
Este proceso es el mismo tanto si estamos lacando barras, planchas o como si vamos a lacar llantas de aluminio. A continuación, se detallan las etapas del proceso completo:
Hay que hacer notar que todos estos procesos se mueven en unos rangos, en los que no producen efectos dañinos sobre el material, dado la capacidad calorífica del aluminio y su temperatura de fusión.
Tras la etapa de imprimación – una de las más esenciales de cómo lacar aluminio -, los perfiles a lacar deben secarse para eliminar cualquier resto de la solución aplicada. El lavado de la solución se realiza con agua y, posteriormente, los perfiles son llevados a un horno de secado en los que se someterán a 120ºC aproximadamente durante un mínimo de 15 minutos. Para una correcta polimerización de las pinturas con base resina aplicadas, se debe conseguir una temperatura entre 180 y 200ºC, durante 20 minutos.
Las etiquetas termosensibles autoadhesivas permiten en esta fase un control desasistido y de alta precisión: a la salida del horno se podrá comprobar la temperatura alcanzada examinando el cambio de color en los niveles de la etiqueta. El hecho de ser una etiqueta irreversible hace que nos marque la temperatura que se alcanzó en el proceso y sirva por tanto como garantía del resultado.
Las etiquetas adhesivas de temperatura ofrecen una solución fácil y económica a esta problemática. La principal ventaja es que, al ir colocada la etiqueta sobre la misma pieza, nos garantiza que la medición obtenida es la de la temperatura que recibe la pieza, la cual en ocasiones puede diferir de la del horno.
Los sistemas de control de temperatura durante los procesos acostumbran a medir la temperatura que se genera en el horno. Sin embargo, es difícil asegurar que esa temperatura sea homogénea en todo el espacio. Con el uso de etiquetas de temperatura, podemos chequear que el proceso se realiza convenientemente.