Conocer las salas blancas y su normativa es importante para cumplir con las condiciones en el interior de estas habitaciones. Hay diversos aspectos que entran en juego, siendo la temperatura, la calidad del aire, el diseño o la contaminación que pueda afectar al lugar algunos de los más importantes. Este tipo de recintos suelen ser habituales en la industria farmacéutica, nuclear, microelectrónica y también alimentaria.
Su principal función es garantizar un entorno seguro en cuanto a contaminación, microorganismos y partículas, que permita realizar operaciones o procedimientos con productos, evitando la contaminación de los mismos.
Progresivamente han ido evolucionando las exigencias de calidad ambiental. El control de la calidad del aire, así como los factores medioambientales. Motivo por el cual factores como la temperatura, la presión o la humedad adquieren una gran importancia dentro de la normativa.. A continuación, te detallamos cuáles son esas normas actuales y veremos cómo los termómetros adhesivos pueden resolver el control de temperatura dentro de las salas blancas.
Normativa ISO 14644 para sala blanca
Una sala blanca o limpia está especialmente construida para mantener unos niveles bajos de contaminación. Por este motivo es clave respetar unos parámetros ambientales muy estrictos. Porque los procesos u operaciones con productos alimentarios o farmacéuticos, por ejemplo, que se llevan a cabo en su interior deben realizarse de forma segura. La normativa ISO 14644 establece doce puntos básicos para cumplir eso.
Limpieza, ensayos y construcción
El primero clasifica la limpieza del aire según la concentración de partículas, además de marcar el monitoreo que debe seguirse para controlar esos parámetros fijados. Luego, el segundo y tercero, se ocupan tanto de establecer las especificaciones para la realización de ensayos como los métodos de los mismos. El cuarto punto se centra en aspectos tan esenciales como el diseño, la construcción y la puesta en marcha de la sala blanca, siempre teniendo en cuenta el objetivo final de esta.
Funcionamiento, separación y contaminaciones
En cuanto al funcionamiento correcto, el punto cinco estipula cómo debe ser en cada caso, mientras el seis recoge el plano terminológico. Los dispositivos de separación de elementos en el interior de la sala aparecen en el punto siete y ya a partir del ocho encontramos las exigencias en los temas más peliagudos. Nos referimos a la contaminación molecular del ambiente y la química de superficies, así como las clasificaciones en materia de limpiezas y concentración de nano partículas.
Resumen y aplicación de las salas blancas
Fundamentalmente, la normativa ISO 14644 define los límites y procedimientos para conseguir la limitación y exclusión microbiana, la limitación y exclusión de partículas y eliminar la contaminación externa, así como la interna, que sería la producida entre productos.
La aplicación de este tipo de instalación se da en infinidad de sectores, como el farmacéutico, el sanitario, el aeroespacial y la micro tecnología, así como en laboratorios de investigación y universidades. Sin embargo, algunos de los más comunes son los quirófanos y las salas blancas en la industria alimentaria, de vital importancia para la salud.
Etiquetas para controlar temperaturas en salas blancas
Dentro de las salas blancas en el sector de la alimentación es imprescindible que las temperaturas sean las idóneas para que el proceso de elaboración de alimentos se culmine con éxito y sin alteraciones en sus componentes. Deben estar libres de contaminación microbacteriana para evitar problemas de salud pública. Lo mismo sucede con los medicamentos y antibióticos, que deben mantenerse a unos ciertos grados de temperatura para que no pierdan potencial o para evitar que se conviertan en no aptos para los humanos.
Uno de los métodos más efectivos de control de esos parámetros son las etiquetas adhesivas de temperatura, que miden como un termómetro. Estos indicadores cuentan con distintos niveles y formatos. Su funcionamiento es simple, basta con pegarlos en la zona a controlar y mostrarán de forma visual la temperatura. Es una solución cómoda y económica. Además, estos indicadores de temperatura no contienen materiales problemáticos como el mercurio, ni baterías ni líquidos, por lo que su uso en este tipo de instalaciones no ofrece ningún problema.
En algunas aplicaciones dentro de las salas blancas, puede ser necesario garantizar que no se sobrepasa una temperatura determinada. En estos casos, las etiquetas irreversibles de temperatura para cadena del frío ofrecen una solución simple a la problemática. Estas etiquetas, al realizar un cambio permanente, sirven de comprobante para asegurar las condiciones que se han dado en el recinto. Esto es especialmente útil para alimentos o productos farmacéuticos.
En definitiva, así son las salas blancas y la normativa para que en ellas todo transcurra en perfectas condiciones. Se recomienda a todas las industrias no escatimar en gastos para cumplir con estas necesarias exigencias.